Arias Salgado, una saga política

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Al padre, ministro de Información y Turismo que quiso llevar al cielo a todos los españoles, le conocí indirectamente a través de Camilo José Cela, que en su casa en Palma de Mallorca me contó que cenando una noche con el ministro pidió ostras y el ministro le dijo que las ostras eran afrodisiacas y provocaban la concupiscencia y no deben comerse por la noche, y dicho esto el ministro le dijo al maitre: “Al señor tráigale un ensalada variada”.

Al Arias Salgado hijo que matrimonió con una hija de Joaquín Ruiz Jiménez le vi en las reuniones mensuales de Cuadernos para el diálogo. La revista tenía el espíritu democratacristiano propio de Ruíz Jiménez pero acogía gente de todas las tendencias ideológicas.

En aquellas fechas el joven Arias Salgado militaba en la UCD de Suárez y fustigaba a Alianza Popular, origen del PP, partido al que se pasó cuando en UCD frenaron su aspiración a la secretaria general.

-Este tío es derecha-derecha - musitaba Mohedano, que era de izquierda-izquierda.

-Este tipo es un profundo anti catalán -opinaba Milián Mestre, Tigre Fraguista del Maestrazgo y siempre persona decente.

Otro Arias Salgado fue diplomático en la ONU, embajador en Marruecos y no se sabe porque director general de Televisión Española, cargo en el que recibió muchos garrotazos, algunos de ellos injustos, según me dijo Clemente Auger, que fue uno de los que se los pegó judicialmente.

De la saga Arias Salgado cuentan los que trataron fue el mejor de los tres.