La Censura del Franquismo

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Fue releyendo “Si te dicen que caí” que de una de las páginas de la novela cayó al suelo el pequeño recorte que recogía la síntesis de un informa de censura.

Una estudiante norteamericana que trabajaba en una tesis doctoral sobre la censura en España le regaló a Juan Marsé la fotocopia del informe de censura de su novela “Si te dicen que caí”. Y hace muchos años Marsé me lo regaló a mí. Tras opinar que no se podía autorizar la publicación de la novela “por contener insultos al yugo y las flechas, relatar escenas de tortura llevadas a cabo por la Guardia Civil o por falangistas, contener alusiones políticas inadmisibles, obscenidades y escenas pornográficas amén de irreverencias graves”.

El censor, apellidado Martos, añadía, por si lo anterior fuese poco: “Pero después de haber quitado todo esto la novela sigue siendo una pura porquería. Es la historian de unos chicos de la postguerra que viven de mala manera, terminan siendo unos pistoleros atracadores rojos y van muriendo, todo ello mezclado con putas, maricones y gente de mala vida, puede que muy realista pero que da una imagen muy deformada, casi calumniosa, de la España de la postguerra. Sólo si hubiésemos tachado todo lo que habla de pajas y pajilleras en los cines no quedaría ni la mitad de la novela”.

El censor, uno de tantos, debió quedar satisfecho por su trabajo.