Analisis del sociologo Ander Gurruxaga sobre las elecciones en la Comunidad de Madrid

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Estimado amigo José,

Madrid sufre de vértigo extremo. El suyo se llama “madrileñización de la política”. Era una modalidad desconocida en la política española. Las elecciones a la Comunidad están resultando un ensayo general de lo que es hoy la política en España; no se discute de programas, no se evalúan las actuaciones políticas, se habla de emociones, los “ingenieros del caos”( G, Empoli) se han apoderado del discurso público, y como si estuviesen construyendo y sustituyendo la política por algoritmos han introducido la carga y el manejo público de emociones. El éxito del empeño permite ocultar la política tradicional, las grandes cuestiones-sanidad pública, educación, empleo, rentas,Covid-19, futuro, nuevas generaciones, paro, etc- no desaparecen, pero se ocultan detrás de fabulaciones, epítetos y adjetivos, cargados de emociones. Paradójicamente, la política “ha huido” de Madrid y nunca, como ahora, para los demás emerge como un problema, auscultada por medios de comunicación voraces, extremadamente ideologizados, donde los análisis distantes o analíticos cuasi han desaparecido o están en trance de ello. Esto es hoy Madrid, el cuadrilátero que no enseña nada, pero donde todo se ve.

Repercusiones; se libran varios duelos;
i) la izquierda- obviando que es hoy ser de izquierdas y sin atender demasiado a diferencias de talante, talento y programas- frente a la derecha, un PP confuso y confundido que ha encontrado en Madrid un caldo de cultivo para recrear su propia confusión. Lo que demuestra que la confusión y el alboroto pueden ganar elecciones e incluso gobernar, con la ayuda de un partido como Vox que no necesita construir-no está para eso- sino representar a sectores derrotados, resentidos y que encuentra el caldo de cultivo en aquellos que han hecho del nihilismo sin fortuna su nicho preferente. Además con semejante gestión del caos y el resentimiento no les ha ido mal, hasta el momento. El castigo lo sufre la racionalidad política , el sentido pragmático de la política y aquellos sectores que dependen más del Estado del Bienestar y la buena gestión de sus causas.

ii) El centro que nunca lo fue; Ciudadanos se encuentra con el final esperado, producto de múltiples errores que le acercan cada vez más a su punto de partida; la nada. Cuando obtuvieron votos no supieron qué hacer con ellos o los malgastó y se frío en un cuadro de alianzas que nunca podía funcionar en los términos que creyeron. Se fueron, les echaron casi de Cataluña-su feudo inicial-, se van a ir de Madrid, su presencia es casi testimonial en otras Comunidades, en Andalucía el futuro no les depara un porvenir provechoso, quizá sus elites puedan encontrar una salida y el acomodo en el PP, pero lo que sí han demostrado es como se gana para perder, sin fortuna y arruinados, no tienen nada que decir y parece que no saben que les pasa. Su influencia desaparece, ahora no tienen ni siquiera contrincantes. En Madrid no pintan nada y en España tampoco.

iii) Madrid , en voz de su adalid, la presidenta Ayuso ha transformado su posición central y el poder que se le entregaba para gobernar la capital y transformarla casi en un “patio de vecindad”, con un discurso exclusivo, en algunos aspectos copiado de la deriva regional nacionalista de la exclusión, con ribetes lacrimógenos: “no me quieren”, “me persiguen”, “no me entienden”. En fin, un dislate que debilita el Estado y lo empuja a una posición frágil, en un momento donde había que perseguir, crear y tener inteligencia práctica, capacidad de gestión y don de Estado.

iv) Madrid no tiene modelo de exportación al resto de España. Otras Comunidades Autónomas, incluso entre las filas del PP, han aprendido ya la lección: no me toques lo que funciona, no me crees problemas que yo no tengo, no me exportes curiosidades políticas que yo no puedo gestionar ni tampoco tus líos obedecen a los problemas que tengo. Los equilibrios políticos hacen el resto. ¿Para qué quiere Feijoo “madrileñizar Galicia”?, ¿para qué trasladar el modelo a Andalucía o a Castilla León o a Extremadura?. Lo mismo ocurre con las Comunidades gobernadas por el PSOE. Cataluña es ya una catacumba política sin capacidad, al menos hasta el momento, de ser innovada, esperando tiempos mejores y mientras tanto sus elites se dedican a hacer lo que mejor saben: jugar a la política, lejos ya de lo que creyeron que pudo haber sido y nunca fue y ¿Euskadi? nunca ha sido del Madrid, tiene su agenda propia de problemas.

Una cosa que demuestra el erial cortés madrileño es que genera mucho ruido, pero no produce casi nada, excepto ruido y nuevas formas de protegerse de los demás. Madrid no abre la política en España sino que se encierran en el foro donde todos los demás son ignorados. Madrid no habla, no dice ni discute para España, no tiene modelo político para el resto de CCAA, están “entusiasmados” en una pelea de narcisos donde todos discuten sobre un fondo inexportable, como si la izquierda y la derecha hubiesen entendido que de Madrid al cielo, pasando por sus purgatorios. El gran peligro, aunque algunos les entusiasme la idea, es que Madrid lo que sí demuestra es que “derrumbar la política” no tiene grandes costes o, que la política se fue, al menos por una temporada.